LA COLUMNA DE PAZ: VOY

Con las cuerdas vocales gastadas de tanto hablar pavadas, me quedo en un rincón.

Voy tentando a la emoción para que el aguante no sea sólo la superficialidad de un código estético y mucho menos el egoísmo de recordar sólo por libreto.  Porque sí así fuera, no hay amor ahí: hay sólo ganas de sobresalir.

Por todo esto me parecen insólitos algunos textos y su intención boba de sugerir que todo lo popular es automáticamente bueno y puro y no necesita análisis ni autocrítica. Gracias a esa miopía autoprovocada busco descarrilar la mirada y pararme desde este lugar en el que no veo sólo un apellido: es el alma y sus cinco sentidos. Es agarrar la bandera, sí, pero es también aprender a leerla.

Y en ese aprender estas vos que nos enseñaste un camino en el que el aguante no era abulia sino también una especie de militancia. Sin vender otra cosa más que ser Leona: de las que besaban la lona y se paraban de nuevo mostrando que los miedos son malos, únicamente, cuando no sabes manejarlos.

Qué lindo fue verte y todo lo que dejaste. Qué lindo tenerte y que sepas quedarte. Siempre va a ser así con personas como vos es que los verbos van y vienen en contradicción y eso es porque habla el corazón.

Gracias por darme los motivos por los que hoy escribo que son un perfecto botón de muestra de lo que significa vestir la camiseta mucho antes de llevarla puesta.

Ya pasó mucho tiempo, cambió un poco la historia pero el hockey se acuerda de tus formas.

Ya no es militancia ahora son recuerdos que leí y que me contaron. Que dejaste ver y los que quedaron guardados. Y no importa verlos así o por separado. Lo importante es nunca olvidarlos.

Con las cuerdas vocales gastadas termino este homenaje que se queda corto pero tiene el coraje, de saber insistir, sin ganas de sobresalir.Qué lindo es el hockey y sus matices que nos enseñan a caminar sin cicatrices.

Gracias Cecilia Rognoni por agarrar la bandera y además saber leerla.

Gracias a la historia, que puede perder todo menos la memoria.

Por Paz Biondi