Si me concedieran un deseo, uno solito y flaco. Sí fuese el único en años y no podría pedir más: respiraría hondo conteniendo las lágrimas, armaría un bolso de esos improvisados y saldría con la sonrisa de oreja a oreja. Feliz. Porque entre tanto apuro que da el impulso, entre tanto sueño disfrazado de imposible por fin se volvería tangible mi idea más sumisa de fundirme en un abrazo con Marcelo Garraffo.
Así, bien corajuda le robaría algo de tiempo para alterar los momentos y que me cuente su historia, para volver atrás, a cuando él se hizo grande y yo no había nacido. Pero desandaba motivos para hacerme creer que algún día iba a amar lo mismo que él.
El señor hockey que ya peina varias canas. Que se bancó que lo saquen cuando lo que menos quería era bajar la guardia, en aquel 2013, con más política que suerte.
Pero lejos de hundirse o de abandonar siguió creyendo que tenerse es mejor que andarse buscando. Y con lo que le quedaba entendió que la cuestión radica en saber parar el tiempo y que los malos momentos sean solo eso.
Hoy mirarlo es aprender de su paciencia, de los recuerdos, de llevar la camiseta bien puesta pero del lado de adentro. Donde se debe llevar. De su imperiosa necesidad de seguir enseñando. De la sonrisa más amable de todas las que vi. De sus impulsos para seguir pisando el césped y de las razones para no dejarlo cueste lo que cueste.
Si me dejan yo le quiero agradecer por el respeto con el que nos hizo crecer. Por la manera tan sutíl de cuidar el deporte que hoy de algún modo nos sirve de soporte.
Si me dejan o no, no importa. Ya me tomé el atrevimiento y el deseo se hizo realidad. Porque algunas veces las palabras te dejan abrazar.
Agradecida a lo que sea que me dio los modos de poder decir lo que sentimos todos.
Argentinidad al palo la de este señor.
Felicidad absoluta la que tengo yo.
Qué lindo estar del mismo lado, pisar el mismo suelo y llevar la misma convicción de que solo es imposible si no crees en vos.
Te quiero genio.
Por Paz Biondi.
Foto: Cancha llena
Es impresionante lo que haces Paz. Sos increible.. Tantas notas maravillosas. Poco a poco tambien te convertiste en un incentivo para el hockey. No solo escribís, haces magia, que llenan de placer a quienes te seguimos. Segui asi por favor, con esas ganas de desmostrarle al mundo lo que sentis! No tengo palabras para describir la admiracion que siento por vos! SOS INCREIBLE!
ResponderEliminarExcelente! Emocionante.
ResponderEliminarExcelente! Emocionante.
ResponderEliminarPAZ, no te conozco personalmente, no he leido ninguna nota tuya, pero te hablo desde la amistad que me une con el "NEGRO" de muchos años y estoy seguro que se le escapó alguna lágrima igual que a mi cuando leí este artículo. Gracias por revindicar y reconocer a los que han contribuido, contribuyen y seguramente seguirán contribuyendo con nuestro querido deporte, a los que todavía transpiramos hockey. Marcelo Mascheroni
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por las hermosas palabras. Soy una agradecida de poder hacer esto y más aun de que lo reciban con tanto amor. Gracias por leerme. Abrazo y que sea hockey siempre.
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